Primer Jutba
Alabado sea Al-lah, Señor del universo. Lo glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Al-lah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Al-lah guía nadie puede desviar, y a quien extravía nadie puede guiar. Atestiguamos que nada ni nadie merece adoración sino Al-lah, Único, Quien no tiene copartícipe alguno. Atestiguamos que Muhammad es Su siervo y Mensajero.
Uno de los seis principios de la fe en el Islam es creer en todos los Profetas y Enviados de Al-lah, la paz sea con ellos, dice Al-lah: {El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue revelado por su Señor. Todos creen en Al-lah, en Sus Ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros. No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: Oímos y obedecemos. Perdónanos Señor nuestro, pues ciertamente a Ti volveremos.} [Corán 2:287] Esta enseñanza divina debe ser aprendida por todo creyente, lo que significa que él amará y respetará a todos los Profetas sin excepción.
Esta es una de las razones por las que los musulmanes creemos en Jesús el hijo de María, la paz sea con ambos, como uno de los Profetas y Enviados de Al-lah. En el Corán encontramos en la Sura “El Consejo”: {Dispusimos para vosotros la misma religión [monoteísta] que le habíamos encomendado a Noé, y que te revelamos a ti [en el Corán] y que le encomendamos a Abraham, Moisés y Jesús, para que seáis firmes en la práctica de la religión, y no os dividáis en ella. Pero a los idólatras les parece difícil aquello a lo que tú los invitas [al monoteísmo]. Al-lah elige [para que acepte la fe] a quien quiere, y guía hacia Él a quien se arrepiente.} [Corán 42:13]
En el Islam también se habla acerca de María, madre de Jesús, la paz sea con ambos, quien tiene una posición elevadísima, tanto así que una Sura completa del Corán lleva su nombre, la número 19, en la que se relata su decencia, castidad, decoro y recato; además, hay más de 83 Aleyas en la Sura la “Familia de Imran”, la número tres, en las que se habla sobre su veracidad y la de su hijo, es decir, que María y Jesús, la paz sea con los dos, son parte del plan de Dios y merecen respeto como creyentes.
Pero también hay que aclarar que ninguno merece algún tipo de adoración o que sean considerados divinos, o que algo de su esencia o alguna de sus cualidades es divina. Dice Al-lah, Altísimo sea, en la Sura “La Familia de Imran”: {Y cuando los Ángeles dijeron: ¡Oh, María! Al-lah te ha elegido y purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del universo. ¡Oh, María! Adora a tu Señor, prostérnate e inclínate con los orantes.} [Corán 3: 42-43]; y: {El Mesías hijo de María es sólo un Mensajero, igual que los otros Mensajeros que le precedieron, y su madre fue una fiel y veraz creyente. Ambos comían alimentos [como el resto de la humanidad]. Observa cómo les explicamos las evidencias y observa cómo [a pesar de esto] se desvían.} [Corán 5: 75]
Respecto a la virtud de María, encontramos varios relatos del Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, uno de ellos es el que nos trasmitió ‘Ali ibn Abi Talib, que Al-lah esté complacido con él: “Las mejores mujeres que han existido fueron María y Jadiya” [Bujari y Muslim]. También dijo el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Todo recién nacido es tocado por el demonio, menos María, hija de ‘Imran, y su hijo Jesús, la paz sea con ambos”. [Bujari]
Los musulmanes creemos que el nacimiento de Jesús, la paz sea con él, fue un milagro, que fue una señal de la veracidad del mensaje que le fue encomendado trasmitir. El que haya nacido de una mujer sin la intervención de un hombre no es prueba alguna para afirmar que sea hijo de Al-lah, en el sentido literal, o que sea un dios o que su naturaleza sea una mezcla divino-humana; si siguiéramos este juicio deberíamos entonces creer lo mismo de nuestros padres Adán y Eva, quienes fueron creados sin la intervención directa de ningún ser humano. Dice Al-lah: {Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Al-lah es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue.} [Corán 3:59] Respecto a la concepción de Jesús, la paz sea con él, encontramos en el Corán: {Y cuando los Ángeles dijeron: ¡Oh, María! Al-lah te albricia con Su Palabra [¡Sé!]. Su nombre será el Mesías Jesús, hijo de María. Será distinguido en esta vida y en la otra, y se contará entre los más próximos a Al-lah. Hablará a los hombres en la cuna y de adulto, y se contará entre los virtuosos. Dijo: ¡Oh, Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre? Le respondió: ¡Así será! Al-lah crea lo que Le place. Cuando decide algo, sólo dice: ¡Sé!, y es. Él le enseñará la Escritura, le concederá la sabiduría, le enseñará la Torá y el Evangelio. Y será un Mensajero para los Hijos de Israel.} [Corán 3:45-49]
Jesús, la paz sea con él, fue un gran hombre, siervo y Profeta de Al-lah; esta es nuestra creencia, la cual fue confirmada por él mismo: {Entonces [Jesús] habló: Por cierto que soy el siervo de Al-lah. Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta.} [Corán 19:30]
No existe nada que indique que Jesús, la paz sea con él, fuese más que un hombre, siervo y Profeta de Al-lah; y mucho menos que él mismo se hubiera atribuido un título, característica o atributo que no le correspondiera, ni siquiera el ser hijo de Dios. De la misma Biblia se entiende que este término se utiliza de forma metafórica y no literal, ya que en ella se llaman a otros como hijos de Dios; es más, a Efraín se le menciona como el Primogénito de Dios y, como sabemos, los cristianos no consideran a ninguno de estos personajes iguales a Jesús o hermanos en la divinidad. Además, Jesús, la paz sea con él, cuando se refería a sí mismo utilizaba la frase “el hijo del hombre”, como se encuentra en los Evangelios actuales.
Igualmente, los musulmanes creemos firmemente que Jesús, la paz sea con él, no murió ni fue crucificado. En el Corán Al-lah, Altísimo y Todopoderoso, dice: {[Los judíos] Tampoco creyeron [en el Mesías] y manifestaron contra María una calumnia gravísima [acusándola de inmoral]. Y dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero, sino que siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán 4:157]
También, los musulmanes creemos que Al-lah, Altísimo y Todopoderoso, hará que Jesús, la paz sea con él, vuelva a la Tierra antes del fin del mundo, como una señal de la cercanía de la hora final. Al respecto, nos dijo el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “Dios enviará al Mesías, hijo de María, quien descenderá en el minarete blanco en el lado oriental de Damasco, vistiendo dos prendas levemente teñidas con azafrán, sus manos descansando en las alas de dos ángeles. Cuando baje su cabeza, gotas de transpiración caerán de ella, y cuando la levante, cuentas como perlas se derramarán de ella. Cada incrédulo que lo huela morirá, y su aliento llegará tan lejos como él pueda ver”. [Muslim]
En esta segunda venida ya no traerá un mensaje nuevo o cambiará algo de lo transmitido por el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él; por el contrario, seguirá al pie de la letra el Corán y la Sunna. El Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “El hijo de María pronto descenderá entre ustedes y juzgará con justicia (de acuerdo con la Ley de Dios, la Shari’a), romperá la cruz, matará al cerdo y no pedirá la Yizia” [Bujari];
Otro hadiz que demuestra que Jesús, la paz sea con él, no vendrá con un mensaje nuevo y que seguirá lo establecido por Al-lah en el Corán y la Sunna de Su Profeta, Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, es el siguiente: “Por Aquel en Cuyas manos está mi vida, el hijo de María ciertamente invocará el nombre de Al-lah por el Hayy o la ‘Umra o ambos en el valle de Rauha (un valle cerca de Medina)”. [Muslim]
Jesús, la paz sea con él, también volverá para aclararles a los judíos y los cristianos que lo que creían de él no era verdad. Los primeros desmintieron su mensaje, ofendieron a su madre, alegando que fue una adúltera e intentaron asesinarlo. Los segundos, por su parte, se extralimitaron en su creencia, elevándolo a él y a su madre, la paz sea con ambos, a un lugar que no les correspondía, junto a Dios. Por otra parte, su aparición pondrá fin a la tribulación y caos generado por el mal llamado Anticristo, pues su nombre correcto es el Falso Mesías (Al Masih Al Dayyal); dijo el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Él (Jesús) perseguirá al Falso Mesías hasta que lo capture en las puertas de Lidda y lo mate”. [Muslim] Jesús, la paz sea con él, también rogará a Al-lah para que libre a los musulmanes de la tribulación y el caos generado por los aparentemente invencibles Gog y Magog. Dijo el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “Jesús y sus compañeros le pedirán a Al-lah, y Él enviará contra ellos (Gog y Magog) gusanos que atacarán sus cuellos; y por la mañana, todos ellos perecerán como uno solo”. [Muslim] No debemos olvidar que Jesús, la paz sea con él, como ser creado, debe morir y completar su ciclo en esta vida como todos los demás. Dice Al-lah, Altísimo y Todopoderoso: {Toda alma probará la muerte, y recibiréis vuestra completa recompensa el Día de la Resurrección.} [Corán 3:185]
Le pido a Dios perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.
Segundo Jutba
Dice Al-lah, Glorificado sea: {Te hemos revelado [a ti, ¡Oh Muhammad!] el Libro [el Corán] con la Verdad, que corrobora y mantiene vigente lo que ya había en los Libros revelados. Juzga, pues, entre ellos conforme a lo que Al-lah ha revelado y no sigas sus pasiones apartándote de la Verdad que has recibido. A cada nación de vosotros le hemos dado una legislación propia y una guía. Y si Al-lah hubiera querido habría hecho de vosotros una sola nación, pero quiso probaros con lo que os designó. Apresuraos a realizar buenas obras. Compareceréis ante Al-lah, y Él os informará acerca de lo que discrepabais}. [Corán 5: 48]
Una vez Al-lah, Alabado y Glorificado sea, envió a Su último Mensajero y Profeta, Muhammad, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, revelándole la culminación del mensaje divino, todas las leyes previas a esta revelación fueron abrogadas por completo, lo que quiere decir que la única ley vigente es la que se encuentra en el Corán y la Sunna. Por eso dice Al-lah, Todopoderoso: {Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Al-lah] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores.} [Corán 3:85]
No hay otro camino que lleve a Al-lah y a la salvación más que el Islam, la religión que fue enseñada por todos los Profetas de Al-lah, incluso Jesús, la paz de Al-lah sea con ellos. Esto es a lo que se refería nuestro Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, cuando dijo: “Por Aquel en cuyas manos está mi alma, cualquier judío o cristiano que haya escuchado sobre mi mensaje y luego no crea en él, pertenecerá a la gente del Infierno”; y a eso mismo es a lo que se refieren las Aleyas en las que Al-lah dice: {Son incrédulos quienes dicen: Al-lah es parte de una trinidad. No hay más que una sola divinidad. Si no desisten de lo que dicen, un castigo doloroso azotará a quienes [por decir eso] hayan caído en la incredulidad} [Corán 5:73]; {Son incrédulos quienes dicen: Al-lah es el Mesías hijo de María.} [Corán 5:17]; y: {Por cierto que quienes no creyeron de entre la Gente del Libro y los idólatras serán castigados eternamente en el fuego del Infierno; y éstas son las peores criaturas}. [Corán 98:6]
Dijo Al-lah: {¡Oh, Gente del Libro! No os extralimitéis en vuestra religión. No digáis acerca de Al-lah sino la verdad: Ciertamente el Mesías Jesús hijo de María, es el Mensajero de Al-lah y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María, y un espíritu que proviene de Él. Creed pues, en Al-lah y en Sus Mensajeros. No digáis que es una trinidad, desistid, pues es lo mejor para vosotros. Por cierto que Al-lah es la única divinidad. ¡Glorificado sea! Es inadmisible que tenga un hijo. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y la Tierra. Es suficiente Al-lah como protector. El Mesías no menosprecia ser un siervo de Al-lah.} [Corán 4:171-172] y: {Dicen: El Clemente tuvo un hijo. Por cierto que han dicho algo terrible; estuvieron los cielos a punto de hendirse, la Tierra de abrirse, y las montañas de caer derrumbadas, porque Le atribuyeron un hijo al Clemente. No es propio [de la grandiosidad] del Clemente tener un hijo. Todos los que habitan en los cielos y en la Tierra se presentarán sumisos ante el Clemente}. [Corán 19: 88-93]
Hermanos y hermanas en el Islam, nuestra religión nos llama a ser mesurados en nuestros juicios y a no ser extremistas ni facilistas. Por ello, nuestra posición hacia los judíos y los cristianos se basa en estos principios, no los debemos irrespetar por lo que creen, ni pensar que tenemos derecho de acabarlos y quedarnos con todo lo que ellos tienen, pero al mismo tiempo debemos ser claros en cuanto a que su creencia no es la que Al-lah estableció y reveló a los Profetas que ellos alegan seguir.
Creer en Muhammad significa creer en todos los Profetas y Mensajeros de Al-lah anteriores a él, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con todos ellos, incluyendo a Jesús.
Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él.} [Corán 33:56]
¡Oh Al-lah! Me refugio en Ti de desviarme o ser desviado, de equivocarme o de que me precipite en el error, de oprimir y ser oprimido, de ser ignorante o que sean ignorantes conmigo.
¡Oh Al-lah! Tú eres el Soberano, no existe dios excepto Tú. Tú eres mi Señor y yo soy Tu siervo. He sido injusto con mi alma, reconozco mis pecados, perdona todas mis culpas y mis faltas, porque nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia los mejores modales, nadie guía a ellos sino Tú. Aleja de mí las malas obras, no las aleja nadie sino Tú.
¡Oh Al-lah! Perdóname tanto los pecados que cometí como lo que dejé de hacer, y aquellos que haya cometido en secreto y públicamente, y lo que haya malgastado, como también de aquellas cosas que Tú bien sabes de mí.