islamkingdomfacebook islamkingdomtwitte islamkingdomyoutube


Combatiendo la corrupción sexual


11178
Resumen del tema
Advertir contra los peligros de la tentación sexual – Educar a la gente sobre el recato – Recordar a los musulmanes sus responsabilidades.

Primer Jutba

Alabado sea Al-lah, Quien colma de bendiciones a Sus siervos y aparta de ellos muchas de las desgracias por Su misericordia. Lo alabamos como corresponde a la majestuosidad de Su rostro y la grandiosidad de Su poderío. Atestiguo que nada ni nadie merece adoración sino Al-lah, Único, sin asociados. Sus promesas son inalterables, cuando Él decide algo nadie lo puede impedir, y Él es rápido en ajustar cuentas. Alabado sea Al-lah, Quien estableció medios lícitos para que Sus siervos, hombres y mujeres, puedan responder al llamado de su naturaleza y calmar sus instintos, de manera que encuentren sosiego, tranquilidad y satisfacción, y sin perjuicios. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, el líder de los creyentes, el ejemplo de los justos y el mejor de los educadores. ¡Al-lah! Bendice a Muhammad, a su familia, a sus compañeros y a todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.

Musulmanes y musulmanas.

Al-lah ordenó a todos los seres humanos que le teman, pues en la Taqwa (temor reverencial a Al-lah) está la salvación en esta y en la otra vida. Al-lah dijo en la Sura “Las Mujeres”: {A Al-lah pertenece cuanto hay en los cielos y la Tierra. Hemos ordenado a quienes recibieron el Libro antes que vosotros, y a vosotros también, temer a Al-lah. Si no creéis, a Al-lah pertenece cuanto hay en los cielos y la tierra. Al-lah es Opulento. Loable.} [Corán 4:131] Y este temor reverencial es la fortaleza segura contra toda tentación, se logra obedeciendo los mandatos y evitando las prohibiciones, pública y privadamente, y este mandamiento incluye a todas las personas, hombres y mujeres.

Sin embargo, los jefes de familia deben ser responsables por sus dependientes y deben guiarlos hacia la Taqwa con todos los medios educativos posibles. Tradicionalmente, el rol de jefe de familia ha sido monopolio de los hombres, no por la característica de ser masculino sino por la responsabilidad que implica atender las necesidades de la familia, en especial las materiales, eso es lo que Al-lah dice en la sura de “Las Mujeres”: {Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Al-lah ha tenido con ellos y deben mantenerlas con sus bienes} [Corán 4:34], pero esto no se puede realizar sin la compañía y el apoyo de la mujer tal como lo dice Al-lah: {Durante las noches del mes de ayuno os es lícito mantener relaciones maritales con vuestras mujeres. Ellas son vuestra protección y vosotros la suya.} [Corán 2:187]

A pesar de esto y de que todos sabemos que es verdad, hoy estamos viviendo un rápido proceso de desintegración familiar, en esto influyen varios aspectos: por un lado el rápido ritmo de vida cada vez hace que tengamos menos tiempo para compartir con los nuestros, el trabajo y las necesidades materiales hacen que estemos todo el día fuera de casa. A muchos de nosotros nos ha pasado que salimos por la mañana apenas saludando a nuestras esposas o nuestros hijos, y cuando regresamos en la noche ya están dormidos y no sabemos qué les ha pasado o cómo han vivido el día, también pasa que tenemos que emigrar a otros países para buscar un sustento y dejamos solas a nuestras familias.

Pero hay que diferenciar, muchos de nosotros mantenemos estos tiempos de trabajo porque así nos lo impone una sociedad que se basa en la explotación de los trabajadores, pero hay otros que se someten a largas horas de trabajo por una búsqueda errónea de dinero, de lujo, confort. Todo esto resulta en más y más adultos abandonando sus roles de jefes familiares que pesaban tradicionalmente sobre los hombres, y como consecuencia hoy tenemos muchos hogares desintegrados y con un solo padre como responsable de todo.

Hoy hablaremos a todos nosotros, a todos los que hemos tenido que trabajar lejos de nuestros hogares o tiempos extra sin ninguna remuneración, los que hemos tenido que dejar nuestro hogar para buscar un sueldo pero que aun así, a pesar de todas estas dificultades, creemos en la institución del hogar, defendemos la familia contra los embates de esta sociedad que la ataca por todos los frentes. Hoy las palabras de este Jutba son para todos nosotros, que resguardamos las familias como punto esencial y pilar fundamental de la sociedad.

Debemos saber que uno de los temas más peligrosos para las familias contemporáneas es el auge del comercio y desenfreno sexual, y el dejarse llevar por los placeres y las desviaciones sexuales en una búsqueda maligna y perniciosa del placer permanente.

El placer sexual no es un tema que debamos evitar, es una actividad normal para la que también fuimos creados, las relaciones sexuales en sus variadas formas producen placer al ser humano, pues este está genéticamente dispuesto para reproducirse y perpetuarse a través de sus relaciones sexuales. Esta disposición genética “programada” por Al-lah en nuestro interior nos empuja permanentemente hacia el contacto y el placer sexual. Al-lah dispuso reglas claras para canalizar este instinto de forma útil y positiva; Al-lah dice: {Él es Quien os creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego.} [Corán 7:189] Pero cada vez son menos las personas que siguen sus mandamientos, y somos testigos del devastador costo social de esta desobediencia hoy en día, hasta entre los musulmanes.

Para evitar caer en pecados podemos recurrir a las fuentes islámicas que nos dan una guía de cómo debemos actuar, a continuación escucharemos algunas conductas sexuales donde las personas fallan frecuentemente, y citaremos cuál es la alternativa islámica registrada en las fuentes de la Sharia, básicamente el Corán y la Sunna.

El instinto sexual en su forma natural nos empuja a buscar a una pareja del sexo opuesto para sostener relaciones: {Él es Quien os creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego.} [Corán 7:189] El Islam encarga esto a la institución del matrimonio y sus preceptos; desafortunadamente el matrimonio cada vez está más olvidado, además está la noción de que es algo pasado de moda y que ya no es necesario, las parejas se conforman sin ningún tipo de compromiso evadiendo así la responsabilidad que implica un matrimonio.

Además de que las parejas se conforman fuera del matrimonio y sin ningún compromiso, también está algo más grave que es la promiscuidad sexual, las personas salen a buscar parejas sexuales de una noche y tratan de atraerlas de una manera casi animal: con la exhibición descarada de los atributos físicos y sexuales, con arreglos en el vestuario, el pelo o la piel para provocar las relaciones sexuales. Estas provocaciones casi siempre llevan a aventuras de una noche o a relaciones poco funcionales que duran apenas unos meses, lo que casi siempre tiene como consecuencia embarazos no deseados, abortos, paternidad forzada, vicios de parejas, abandono de los proyectos de superación personal, enfermedades de transmisión sexual, problemas de identidad sexual, y muchas otras cosas que a larga generan un derrumbe social basado en un montón de hogares en ruinas.

El Islam ha establecido una alternativa segura a los apetitos sexuales mientras la persona busca un buen matrimonio: cubrir las intimidades, bajar la vista y evitar el descaro. Al-lah dijo: {Diles a los creyentes [¡Oh, Muhammad!] que recaten sus miradas y se abstengan de cometer obscenidades [fornicación y adulterio], pues esto es más puro para ellos. Ciertamente Al-lah está bien informado de lo que hacen. Y diles a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades, no muestren de sus arreglos y adornos más que lo está a simple vista [como el rostro y las manos], cubran sus pechos con sus velos, sólo muestren sus encantos [más allá del rostro y las manos] a sus maridos, sus padres, los padres de sus maridos, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, los hijos de sus hermanos, los hijos de sus hermanas, las mujeres, sus esclavas, sus sirvientes que no tengan deseos sexuales, los niños que todavía no sienten atracción por el sexo femenino, y [diles también] que no golpeen con los pies al caminar para que no se escuche el sonido de sus ajorcas [y llamen la atención de los hombres]. Y pedid perdón a Al-lah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra].} [Corán 24:30-31]

Los eruditos del Tafsir coránico dicen: “La vista es la mayor puerta de acceso al corazón y la más efectiva vía de los sentidos hacia él. Por este motivo mucha gente ha incurrido en faltas relativas a la sexualidad por vía visual, y debemos estar atentos de eso. Respecto a {…se abstengan de cometer obscenidades…}, se puede referir a evitar el adulterio y la fornicación, o simplemente a cubrir la intimidad (Al ‘Awra) –que Al-lah dispuso para el hombre entre su ombligo y sus rodillas, y dispuso para la mujer en todo su cuerpo excepto el rostro y las manos–. La expresión es general y es probable que haya referencia a ambos significados a la vez, y abarca también evitar todos los medios que conducen a la fornicación y el adulterio. Aquí es importante destacar que Al-lah mandó a las personas ocultar sus intimidades y sus encantos sexuales lo más posible, pero lo que no se puede ocultar es perdonado por Al-lah, si no se exhibe intencionalmente, como lo necesario para mantener libertad de movimiento o la amplitud visual; por eso vemos que la mujer, por ejemplo, puede exhibir su rostro y sus manos, por la necesidad, incluso durante el rezo es obligatorio que la mujer lo descubra. Al hombre también se le recomienda cubrirse sobre los hombros aparte de la obligatoriedad de cubrir entre su ombligo y su rodilla”.

Estas prescripciones apuntan a un objetivo claro: combatir el descaro y la obscenidad, pues estos son unos de los motivos más frecuentes de pecado y son causas del castigo del Infierno. Si todos nos cubriéramos evitaríamos despertar los deseos sexuales de los demás, por esta razón es que tanto hombres como mujeres debemos evitar exhibirnos.

Tenemos, por ejemplo, el hadiz de Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, citado por Ahmad y Muslim, donde el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dice: “Dos clases de habitantes del Fuego no los he visto: gente con azotes como las colas de las vacas golpeando con ellos a la gente, y mujeres vestidas y desnudas a la vez, con peinados inclinados como las jorobas de los camellos, seducen y son seducidas; no entrarán en el Paraíso ni olerán su fragancia, siendo que su fragancia se siente desde una distancia de tal y tal…”.

La vestimenta apropiada del musulmán o musulmana es la que cubre su ‘awra y es lo suficientemente holgada para cubrir la silueta, sin importar la época o la moda. De esta manera evitamos la tentación y ser tentados y estamos cumpliendo con los mandatos de Al-lah.

Le pido a Dios perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.

Segundo Jutba

Hay un atributo virtuoso que el Islam pone como alternativa al descaro y la exhibición obscena, se trata del recato. ‘Imrán bin Husain, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Al Haya’ (el recato) no trae sino lo bueno”. [Bujari]

Incluso se recomiendan ciertas prácticas de adoración voluntarias que aumenten el recato en la persona. ‘Alqama dijo: “Mientras caminaba con ‘Abdul-lah, que Al-lah esté complacido con él, me dijo: ‘Estábamos con el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, y nos dijo: ‘Quien de vosotros esté en condiciones de casarse, que lo haga, pues es más recatado para la vista y más seguro para las partes íntimas. Y quien no pueda, que ayune, pues eso aplacará sus deseos’”. [Bujari]

El recato era una virtud propia del Profeta, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, Abu Sa’id Al Judri, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, era más recatado que una virgen bajo su velo”. [Bujari]

Los primeros musulmanes también practicaban el recato. Las esposas de los Sahaba, que Al-lah esté complacido con ellos y ellas, eran recatadas y mantenían su hiyab apropiadamente. Vemos, por ejemplo, cómo en el relato de Al Ifik (la mentira, la calumnia), ‘Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, no habló con el Sahaba Safuan bin Mu’attil, que Al-lah esté complacido con él, cuando la encontró en el desierto y la llevó de regreso a Medina.

Cuando a las esposas de los Sahaba, que Al-lah esté complacido con ellos y ellas, se les ordenó vestir el Hiyab, lo hicieron prestamente y sin refunfuñar. Umm Salama, que Al-lah esté complacido con ella, dijo: “Cuando se reveló la aleya: {¡Oh, Profeta! Diles a tus mujeres, a tus hijas, y a las mujeres de los creyentes que se cubran [la cabeza, sus hombros y todo el cuerpo] con sus mantos [o velos]; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas} [Corán 33:59], salieron las mujeres de los Ansar, que Al-lah esté complacido con ellos y ellas, como si tuvieran aves sobre sus cabezas y con sus vestidos negros puestos”. ¡Al-lah es el más grande!

Es entonces que la corrupción sexual se puede combatir con las actitudes adecuadas, obedeciendo a Al-lah en sus prescripciones, siendo recatados, conteniendo nuestros impulsos sexuales y sobre todo respetando la institución del matrimonio para conformar familias duraderas y educadas dentro de la gracia de Dios.

Todos y todas somos responsables por estas actitudes y es nuestro deber enseñarlas a los demás, Al-lah nos ha puesto en una posición de responsabilidad y los recién conversos o aquellos interesados en el Islam están dando sus primeros pasos, aún tambaleantes, y necesitan nuestro apoyo, en especial las mujeres, ya que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos las encomendó bastante durante su discurso en el peregrinaje de despedida, según relató ‘Amro bin Al Ahwas Al Yashmi, que Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Les recomiendo mucho a las mujeres, pues están en necesidad de ustedes”.

Todos somos responsables por los nuestros, los que asumimos la responsabilidad por nuestras familias ante las circunstancias actuales de decadencia moral y social debemos esforzarnos al máximo y no abandonar tan noble labor de hacernos cargo de nuestros familiares, menores o necesitados, debemos siempre estar del lado de la palabra y los mandatos de Al-lah.

Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él.} [Corán 33:56]

¡Oh Al-lah! Me refugio en Ti de desviarme o ser desviado, de equivocarme o de que me precipite en el error, de oprimir y ser oprimido, de ser ignorante o que sean ignorantes conmigo.

¡Oh Al-lah! Tú eres el Soberano, no existe dios excepto Tú. Tú eres mi Señor y yo soy Tu siervo. He sido injusto con mi alma, reconozco mis pecados, perdona todas mis culpas y mis faltas, porque nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia los mejores modales, nadie guía a ellos sino Tú. Aleja de mí las malas obras, no las aleja nadie sino Tú.

¡Oh Al-lah! Perdóname tanto los pecados que cometí como lo que dejé de hacer, y aquellos que haya cometido en secreto y públicamente, y lo que haya malgastado, como también aquellas cosas que Tú bien sabes de mí.