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Recomendando la sinceridad y advirtiendo contra la mentira


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Resumen del tema
La veracidad es una de las cosas que completan la fe y el Islam; por eso Allah la impuso a sus siervos y alabó a quienes la siguieran. Es un valor que salva a sus dueños. Es como el adorno, la corona y el honor de quien lo gana. Mientras que la falsedad es el título del gran engaño y la señal de la hipocresía; todo lo que hace al siervo es alejarle más de Allah. Además, el hombre se mantiene diciendo la verdad hasta que es registrado ante Dios como veraz; y el hombre puede seguir diciendo mentiras hasta que es registrado ante Dios como un mentiroso.

Primer Jutba

Alabado sea Al-lah, Señor del Universo. Le glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Al-lah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Al-lah guía nadie puede desviar y a quien extravía nadie puede guiar. Atestiguamos que no hay otra divinidad excepto Al-lah, Único, Quien no tiene copartícipe alguno. Atestiguamos que Muhammad es Su siervo y Mensajero. Alabado sea Al-lah quien ordenó la sinceridad en todo aspecto, alabado sea aquél que prohibió la mentira y todas sus manifestaciones.

Hoy hablaremos de un valor considerado el mismo complemento de la fe y la perfección del Islam de la persona. Al-lah mismo nos lo mandó y elogió a los que lo practican. Es un valor moral que trae salvación a quien lo práctica y es una corona sobre quien lo mantiene exitosamente, rodeándolo como una aura de luz.

El origen de la desventura de nuestra nación es la falta de sinceridad en nuestros asuntos. La sinceridad para con Al-lah, por ejemplo, es la que produce la fe válida y pura. La sinceridad es la fuente de todo bien, y los atributos de la fe no se logran sino por la sinceridad.

Por esto mismo es que Al-lah mandó a los creyentes que tengan fe y que estén junto a los sinceros. Al-lah dijo: {¡Oh, creyentes! Temed a Al-lah, y contaos entre los veraces.} [Corán 9:119] Los veraces son los sinceros en su fe, en sus palabras, en sus obras y sus pactos.

Al-lah dijo: {¡Oh, creyentes! Temed a Al-lah, y contaos entre los veraces.} [Corán 9:119]

Aquí hace referencia a los que tienen palabras y acciones sinceras y veraces, sin encerrar malas intenciones o prejuicio, pereza o pesimismo.

Al-lah también dijo: {Al-lah [decidió probaros en la fe] para recompensar a los sinceros por su sinceridad, y castigar a los hipócritas si Él quiere, o [por Su voluntad los guíe y] los perdone; ciertamente, Al-lah es Absolvedor, Misericordioso.} [Corán 33:24]; y dijo: {Ciertamente que quien os ha traído la Verdad [el Profeta Muhammad] y aquellos que creyeron en él y lo siguieron, son los piadosos.} [Corán 39:33]

Al-lah también Se describió a Sí mismo con la sinceridad cuando dijo: {Di: Al-lah dice la verdad.} [Corán 3:95], y dijo: {¿Y quién tiene palabras más veraces que Al-lah?} [Corán 4:87]

Al-lah también dijo: {Y cuando llegue el momento de luchar, lo mejor será que obedezcan a Al-lah con sinceridad.} [Corán 47:21], y dijo: {¿Acaso se sorprenden de que le hayamos concedido la revelación a uno de ellos para que advierta a los hombres y albricie a los creyentes que por sus buenas obras obtendrán una hermosa recompensa de su Señor?} [Corán 10:2]

También dijo sobre los Profetas: {Los agraciamos con Nuestra misericordia e hicimos que fueran recordados siempre con gran respeto.} [Corán 19:50] Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, explicó la frase “con gran respeto”, y dijo: “Se refiere a una alabanza sincera y apropiada”.

Al-lah también dijo: {Y di: ¡Señor mío! Permíteme entrar [a Medina] y complacerte, y abandonar [La Meca] sin sufrir por ello, y concédeme los medios para lograr el triunfo [sobre los incrédulos].} [Corán 17:80] Quiere decir: “¡Señor! Haz que mis acciones sean todas veraces y sinceras en obediencia a Tu voluntad”.

La sinceridad se define en cada uno de sus tres tipos así:

La sinceridad en las palabras: Las palabras deben reflejar los hechos correctamente.

La sinceridad en las obras: Las obras deben reflejar los mandamientos y la constancia correctamente.

La sinceridad en los sentimientos: Las obras del corazón deben reflejar la misma naturaleza que las obras de los miembros, en la entrega y el sacrificio con todas las fuerzas.

Así solamente la persona se considera sincera, y según la presencia de estos aspectos en ella será también el grado de su sinceridad.

Podemos aclarar lo dicho con el siguiente detalle:

- La sinceridad en las palabras: Toda persona debe medir sus palabras y no decir sino la verdad, pues Al-lah le preguntará por ello. Al-lah dijo: {El día que sus propias lenguas, manos y pies atestigüen contra ellos por lo que cometieron.} [Corán 24:24]

La sinceridad en los actos: Consiste en que tus actos privados estén de acuerdo con tus actos públicos, que no varíe tu vida íntima de tu vida pública. Dijo Abdulwahid, hijo de Zaid Al Basri, que Al-lah los tenga en Su misericordia: “Al Hasan Al Basri, si mandaba hacer algo, era el que más lo hacía; y si prohibía algo, era el más solícito de la gente en evitarlo. Nunca vi a nadie cuya vida privada y cuya vida pública fueran tan coherentes y similares”.

Dijo Mutrif, que Al-lah lo tenga en Su misericordia: “Si la vida íntima de la gente coincide con su vida pública, Al-lah dice: ‘Este es verdaderamente Mi siervo’”.

La sinceridad de corazón: Es el grado más alto de sinceridad. Se trata de la entrega en el temor reverencial de Al-lah, en el arrepentimiento, en la esperanza, la sobriedad, el amor, la confianza en Al-lah y otros estados del corazón o del alma. Se sabe que los sentimientos u obras del corazón deben ser sinceros de principio, y por eso Al-lah eleva el nivel de quien los abriga en su alma. Al-lah dijo: {La piedad no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente, sino que consiste en creer en Al-lah, el Día del Juicio, los Ángeles, el Libro, los Profetas, hacer caridad a pesar del apego que se tiene por los bienes a los parientes, huérfanos, pobres, viajeros insolventes, mendigos y cautivos, hacer la oración prescrita, pagar el Zakat, cumplir con los compromisos contraídos, ser paciente en la pobreza, la desgracia y en el momento del enfrentamiento con el enemigo. Esos son los justos, esos son los temerosos de Al-lah.} [Corán 2:177]; y dijo: {Por cierto que los verdaderos creyentes son quienes creen en Al-lah y en Su Mensajero, y no dudan en contribuir con sus bienes o luchar por la causa de Al-lah. Ésos son los sinceros en la fe.} [Corán 49:15]

Dijo Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo tenga en Su misericordia: “Por eso Abu Baker, que Al-lah esté complacido con él, era el ejemplo de la sinceridad, tanto que se lo apodó As-Siddiq, que significa ‘el muy sincero’”. Su sinceridad fue descrita como la más elevada, y fue definida como el seguimiento completo al Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, con la verdadera entrega a Al-lah. El que alcanza este nivel es un verdadero Siddiq.

Le pido a Dios perdón por nuestras faltas- Háganlo ustedes también.

Segundo Jutba

El Islam tiene una de las legislaciones más estrictas respecto a la protección contra mentira y los mentirosos.

La mentira es una gran traición y es una señal de hipocresía: el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Las señales del hipócrita son tres: si habla miente, si promete incumple, y si se le confía algo traiciona”.

Dijo el mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “La sinceridad trae tranquilidad; y la mentira, dudas”. [Ahmad, At-Tirmidhi]

La tranquilidad ha desaparecido de los negocios de la gente, y su lugar ha sido ocupado por la duda y la desconfianza.

Entre las manifestaciones más extendidas podemos citar:

Primero: Las mentiras de los padres y madres a los niños pequeños. La educación en el Islam nos aclara que la misma debe darse libre de mentiras, para que los niños se eduquen acostumbrados a la sinceridad, la verdad y el valor al hablar y al obrar. ‘Abdul-lah Ibn ‘Amer, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Mi madre me llamó un día, y el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estaba sentado en nuestra casa. Ella me dijo: ‘Ven que tengo algo para ti’. El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le preguntó: ‘¿Y qué deseabas darle?’, y ella le dijo: ‘Quise darle un dátil’. Entonces él dijo: ‘Por cierto que si no tenías intenciones de darle nada, se te iba a registrar como una mentira’”.

El Profeta de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien le dice a un menor: ‘Ven que te doy esto’, y luego no se lo da, se le registra una mentira”.

Con esta orientación profética debemos educar a nuestros hijos en una crianza islámica.

Segundo: La frecuencia con que la gente miente al hablar y al actuar. Esto es un grave pecado; Al-lah dice: {…que la maldición de Al-lah caiga sobre los mentirosos.} [Corán 3:61] Y en ambos Sahih se cita a Anas Ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, relatando que el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Hay tres atributos que quien los tiene se considera hipócrita: si habla miente, si promete falta a su promesa y si se le confía algo traiciona la confianza”.

Tercero: La frecuencia con que la gente falta a sus promesas, tal como se cita en el anterior hadiz, es un atributo de los hipócritas. Sin embargo ahora se ha convertido en algo común entre la gente, hasta el grado en que algunas personas se hacen conocidas por ese atributo vergonzoso. De entre las clases de faltas a la promesa está el no asistir a las citas sin motivo válido y el llegar atrasado sin motivo.

Otra figura similar es prometerles algo a los niños y no cumplirles. Dijo ‘Abdul-lah Ibn Mas’ud, que Al-lah esté complacido con él: “No es válido mentir, ni en serio ni en broma, ni prometerles algo a sus niños y no cumplírselos”.

Cuarto: Traicionar la confianza. Mucha gente no cumple con las obligaciones que implican sus responsabilidades. Un ejemplo de ello es el de los oficinistas que llegan tarde a su trabajo o se distraen en cosas que no son de su trabajo. Aquí también se incluye quien toma descansos por enfermedad sin estar enfermo, siendo que recibe un sueldo por trabajar y está faltando a su compromiso sin motivo.

Quinto: El engaño en el comercio al ocultar defectos de la mercancía. Se da cuando el vendedor omite intencionalmente mencionar al comprador algún defecto, conocido por él, de la mercancía. También, está la insistencia en vender a precio elevado aún sabiendo que se perderá la bendición de la transacción. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Ambas partes de una compraventa tienen derecho a suspenderla mientras no se hayan separado. Si son sinceros y aclaran las cosas, se les bendice en su compraventa. Pero si mienten y ocultan las cosas, se borra la bendición de su compraventa”. [Bujari y Muslim]

Sexto: Alegar necesidad y pobreza siendo pudiente, con el fin de aumentar su fortuna. Esto está prohibido. El Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Quien pide a la gente dinero sólo para aumentar sus bienes, está pidiendo brasas ardientes; así es que, si quiere pide poco o si quiere pide más”.

Séptimo: Que los novios y novias comprometidos oculten algún defecto importante, físico o moral, exhibiendo sólo las virtudes y exagerándolas con excesivos elogios; pues esto elimina la bendición del matrimonio.

El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, advirtió a su nación de no caer en esto, y nos avisó que es uno de los pecados capitales, dijo: “Los pecados capitales son: asociar a otros con Al-lah, maltratar a los padres, asesinar y jurar en falso”. [Bujari]

Otra cosa de la que debemos tener sumo cuidado es de la mentira en los testimonios y certificaciones, algo por demás común en nuestros países, porque Al-lah comparó esto al politeísmo del Shirk cuando dijo: {Apartaos, pues, de la impureza de los ídolos, y apartaos de decir falsedades.} [Corán 22:30] y en el relató de Abi Bakrah, que Al-lah esté complacido con él, que dice: “Estábamos donde el Mensajero de Al-lah, y dijo: ‘Os advierto de los pecados capitales más graves’, tres veces; luego dijo: ‘Asociar otros con Al-lah (Shirk), maltratar a los padres y el falso testimonio…’, y estaba el Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, reclinado; luego, se sentó y lo siguió repitiendo hasta que deseamos que se callara”. [Muslim] Imagínense, si ocultar un testimonio ya es un pecado grave, ¿cómo será mentir en él? Al-lah dijo: {Apartaos, pues, de la impureza de los ídolos, y apartaos de decir falsedades.} [Corán 2:283] Y dijo: {…ni ocultaremos el testimonio de Al-lah; porque de hacerlo nos contaríamos entre los pecadores.} [Corán 5:106] Y Al-lah dijo: {No os neguéis a prestar testimonio cuando se os convoca, y quien oculte su testimonio será un pecador. Al-lah sabe cuanto hacéis.} [Corán 5:106]

La sinceridad da frutos en esta vida terrena y tiene nobles beneficios en la otra por venir. Entre ellos mencionamos:

Entrar al Paraíso. Se le preguntó al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “¿Qué obra lleva al Paraíso?” Dijo: “La sinceridad”. [Ahmad] Y no beneficiará el Día de la Resurrección ni salvará del castigo si no la sinceridad.

Estar a salvo de la desgracia y salir de los aprietos. Nos relata el Hadiz de los tres que fueron atrapados por una gran roca: “No los salvará sino la sinceridad, así que cada uno ruegue por lo que él sabe en lo que ha sido sincero”. [Bujari]

Pureza interior, al ser coherente su corazón con sus obras.

Atraerse beneficios en esta vida y la otra. Al-lah dijo: {Y le preguntaremos [el Día del Juicio] a los veraces [a los Profetas y a sus seguidores] acerca de su veracidad [si cumplieron con el pacto]; y sabed que Al-lah tiene preparado para los incrédulos un castigo doloroso.} [Corán 33:8]

Produce calma y tranquilidad.

Al sincero no le dañan las atribulaciones.

La sinceridad es la base de las buenas obras; y la mentira, de las malas.

El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Sed sinceros, pues la sinceridad lleva a la devoción, y la devoción lleva al Paraíso. Cuando el hombre mantiene un comportamiento sincero, Al-lah lo registra entre los sinceros. Y cuidaos de la mentira, pues esta lleva a la corrupción, y la corrupción lleva al Infierno. El hombre que se mantiene mintiendo, será registrado ante Al-lah como mentiroso”.

Negación de todo atributo de hipocresía a quien la posee. El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Las señales del hipócrita son tres: si habla miente, si promete incumple, y si se le confía algo traiciona”.

Gana la elocuencia en sus palabras. A veces Al-lah recompensa en la misma especie de la buena obra, pues Al-lah retribuye a los que creyeron y fueron firmes en la sinceridad.

Quien es sincero, es elogiado plenamente por los demás, como dijo Al-lah de Sus Profetas, la paz sea con todos ellos: {Los agraciamos con Nuestra misericordia e hicimos que fueran recordados siempre con gran respeto.} [Corán19:50]

La sinceridad en el comercio aporta la bendición de Al-lah.

Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se lo ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él.} [Corán 33:56]

¡Oh Al-lah! Me refugio en Ti de desviarme o ser desviado, de equivocarme o de que me precipite en el error, de oprimir y ser oprimido, de ser ignorante o que sean ignorantes conmigo.

¡Oh Al-lah! Tú eres el Soberano, no existe dios excepto Tú. Tú eres mi Señor y yo soy tu siervo. He sido injusto con mi alma, reconozco mis pecados, perdona todas mis culpas, y mis faltas porque nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia los mejores modales, no guía a ellos sino Tú. Aleja de mí las malas obras, no las aleja sino Tú.

¡Oh Al-lah! Perdóname tanto los pecados que cometí como lo que dejé de hacer, y aquellos que haya cometido en secreto y públicamente, y lo que haya malgastado, como también de aquellas cosas que Tú bien sabes de mí.